FILOSOFÍA DEL CENTRO
Nuestro Centro tiene como finalidad favorecer el crecimiento y la maduración integral del alumno dentro de una visión cristiana de la vida y la cultura, adoptando el Proyecto Educativo de la Beata Piedad de la Cruz. La consecución de esta finalidad pide la convergencia de intenciones y convicciones por parte de todos (padres, alumnos, personal docente y no docente, religiosas). Por eso nuestro Centro orienta sus esfuerzos hacia la formación de una Comunidad Educativa que sea a la vez sujeto y ambiente de educación. La participación coordinada y corresponsable de las diversas personas y grupos es fundamental para construir nuestra Comunidad Educativa.
Nuestra identidad
Como Centro Católico, formamos parte de la Iglesia y compartimos activamente su acción evangelizadora y sus criterios pastorales. Optamos por la formación integral de los alumnos según las intuiciones educativas de la Beata Piedad de la Cruz, fundadora de la Congregación de HH. Salesianas del Sagrado Corazón de Jesús. En consecuencia:

Educamos de acuerdo con una concepción cristiana de la persona, de la vida, del mundo
Acompañamos al alumno en su desarrollo físico, en su maduración afectiva y en su integración social, al mismo tiempo que le ayudamos a su cultivo intelectual
Ofrecemos, en un clima de colaboración y apertura, una educación e instrucción que buscan una mejora constante de su calidad
Fomentamos el crecimiento de las dimensiones ética y trascendente de la persona, acentuando valores como la familia, la libertad, el sentido crítico, la participación, la justicia, la solidaridad, la convivencia y la paz
Impartimos la enseñanza religiosa según las orientaciones de la Iglesia, respetando siempre otras confesiones y creencias
Estimulamos el sentido crítico y la presencia renovadora en la sociedad para conseguir que sea más humana y justa
Favorecemos la síntesis y la coherencia entre fe, cultura y vida

Nuestro estilo educativo
Afrontamos esta tarea como respuesta al legado de M. Piedad: “Educad a los niños y jóvenes por amor”. Nuestro estilo educativo se caracteriza por los siguientes rasgos:
Devoción a María, bajo la advocación de Madre de Misericordia, modelo de educadores y educandos.
Ambiente escolar caracterizado por la alegría y sencillez; capacidad de perdón y amistad; honradez y honestidad de vida.
Espiritualidad centrada en el Corazón de Cristo.
Manifestación de la bondad de Dios, Padre Providente, y sensibilidad ante las realidades del mundo.
Relación con la parroquia, compartiendo su responsabilidad y sus criterios pastorales.
Compromiso con los valores evangélicos que transforman poco a poco nuestra vida y nuestra sociedad.
Responsabilidad en el trabajo con todo lo que supone de entrega personal, gratuidad y servicio.
Amor y defensa de la vida desde los inicios hasta el final.
Austeridad frente al materialismo y consumismo que nos rodea.